El Internet de las Cosas o Internet of Things (IoT) es uno de los pilares fundamentales de la Revolución 4.0 y la Transformación Digital. El término hace referencia a la interconexión entre todo tipo de dispositivos y su capacidad de comunicarse entre ellos gracias a la conectividad de Internet. En este artículo explicaremos cómo ha revolucionado el mundo profesional y las ventajas más importantes que supone el incorporarlo en las empresas.
¿Qué significa «Internet Of Things»?
El Internet de las Cosas ha logrado mejorar y facilitar la vida a nivel doméstico, así que es lógico que se expanda al ámbito de los negocios. Por ello, actualmente está considerado uno de los conceptos más interesantes de la nueva era digital.
Dado que explicarlo con la terminología apropiada sería demasiado complejo para la mayoría de nosotr@s, la comunidad tecnológica ha optado por otorgarle una denominación más sencilla que pueda ser reconocible por casi cualquiera y, lo que es más importante, entendible para todos. Así, un modo de describir el IoT podría ser el intercambio de datos que se establece a/desde cualquier dispositivo inteligente conectado a Internet, pudiendo dicho flujo de información ser aprovechado para estudiar el comportamiento de los usuarios y revertirlo en mejores experiencias de uso.
Objetivo del IoT
El objetivo principal es que el Internet of Things aporte soluciones que provienen de diferentes tecnologías pero cuya base de conocimiento se pueda agrupar y adaptar a cualquier sector de forma directa
Por ejemplo, una vez recopilados y analizados, los datos pueden ser transmitidos a otros dispositivos o ser guardados y analizados en cualquier momento que sea necesario.
¿Qué ventajas ofrece el IoT en el sector empresarial?
La interconexión digital de objetos permite, por ejemplo, gestionar semáforos, crear ciudades inteligentes, hacer mediciones de aire exactas en empresas dedicadas al medio ambiente o controlar la iluminación de cualquier calle o recinto remotamente.
Asimismo, el Internet de las Cosas puede utilizarse para proyectos relacionados con infraestructuras, pudiendo encontrar la mejor eficiencia energética o evitar accidentes. O, como ya hacen en algunas plantas de producción, instalar dispositivos y sensores conectados a la red para analizar datos y generar alarmas en caso de peligro, poniendo en marcha protocolos automáticos para tratar dichos problemas sin interacción humana.
Otros ejemplos son:
· En muchas ciudades españolas ya utilizan contenedores inteligentes que avisan a las empresas responsables de que su capacidad está al límite para que vayan a recoger los residuos.
· En el sector ganadero, el IoT también ha adquirido una gran importancia porque los animales están siempre geolocalizados para tener un control absoluto de sus movimientos, entre otras muchas opciones.
· En el sector médico ya se puede monitorizar las constantes de un paciente y llevar a cabo la actuación adecuada antes de que la situación se vuelva crítica. En la misma línea, las empresas farmacéuticas aumentan los recursos y esfuerzos para mejorar su propio proyecto de salud y poner a disposición de los clientes la mejor atención posible.
· O, en caso de las impresoras inteligentes como las de Ricoh, son los propios dispositivos los que se conectan a Internet para actualizar su firmware de forma autónoma o envían automáticamente un aviso de falta de consumible cuando se alcanza un mínimo programado, todo sin ninguna intervención por parte del usuario.
También cabe destacar que, aunque inicialmente cada fabricante tenía unos protocolos de comunicación y conexión personalizados para sus productos, la rápida propagación del IoT ha hecho que referentes tecnológicos como IBM inviertan recursos en pos de la unificación de su programación. A través de un protocolo abierto y estándar, se está intentando que cualquier dispositivo pueda conectarse con otro sin importar el tipo de fabricante.
En conclusión, la irrupción de la Transformación Digital y, con ello, del Internet de las Cosas está sirviendo para hacer realidad lo que hace unos años veíamos como imposible. Por eso es importante confiar en empresas especializadas que nos ayuden a crear nuestro propio universo digital para seguir siendo competitivo y poder ofrecer siempre los mejores servicios.